Abordamos a esta hora y a estas alturas de mes una de las preguntas que más usuarios se están haciendo actualmente. Hablamos de todos esos felices poseedores de un iPad 1 (permitidme la licencia, pero de alguna forma tendremos que diferenciarlos de aquí en adelante) que en este momento se preguntan si harían bien adquiriendo el nuevo iPad 2. Pensaba centrarme en un post donde se explicara las diferentes formas que existen de deshacernos de nuestro iPad actual, pero dejando esto para mañana, mejor intentamos dar respuesta a esta pregunta primero.
Pregunta que, por otra parte, no tiene una respuesta sencilla. Analicemos la situación comparándola a las sucesivas actualizaciones del iPhone: si el iPad fuera un iPhone, ¿en qué situación nos hallaríamos? ¿en el paso del iPhone 3G al iPhone 3GS? Es cierto que el iPhone 3GS incorporó una mejora considerable en la velocidad con respecto al modelo anterior, pero sólo fue eso, además de otros escasos cambios se trató de una mayor potencia, por esa razón se añadió la S al final de la nomenclatura.
Sin embargo, ese no ha sido el proceder de Apple con esta revisión del iPad, si no le costó ningún trabajo asignar la S al iPhone 3G, tampoco debería haber sucedido en este modelo. Si no se ha hecho es porque no, no estamos ante más velocidad y nada más. Repasemos algunas otras características añadidas al nuevo modelo:
- Más ligereza
- Mayor delgadez (33% menos)
- Cambio de diseño
- Dos cámaras, una frontal y otra trasera (mientras que el modelo anterior no tenía ninguna)
- Mayor rapidez: x2 en ejecución normal, y x9 en rendimiento gráfico
- Giroscopio
- El doble de memoria RAM que el modelo anterior, 512 MB
Visto así, no se trata de un lavado de cara. Pensemos en lo siguiente, ¿qué debería haber llevado el iPad 2 para que fuese considerado una evolución significativa? ¿No era esto lo esperado? No podíamos pensar en lectores de tarjetas SD cuando la misma Apple empieza a plantear la salida de las unidades ópticas de sus equipos de sobremesa. Tampoco se necesita para aumentar la capacidad de almacenamiento del dispositivo. Tengamos claro que el futuro pasa por la nube aprovechando su capacidad ilimitada y pasa la interconectividad entre dispositivos sin necesidad de introducir un sistema de almacenamiento intermedio para hacer el paso de uno a otro.
Algo parecido podemos decir sobre un puerto USB o cualquier otra prestación que suponga un paso atrás en la tecnología. Quizás, la única deficiencia considerable que se echa en falta en el iPad 2 haya sido la pantalla Retina que como bien dijimos en su día parecía requerir más características hardware de lo que el mercado y el precio podían ofrecer actualmente. Recordemos que el iPhone por definición (su pequeño tamaño) requiere más de una buena inteligibilidad del texto que el iPad que por tamaño no lo necesita tanto.
Pero lo más importante para responder a la pregunta de si deberíamos vender nuestro iPad actual para sustituirlo por el nuevo es saber qué hábitos hemos adquirido con la tableta. Si nuestro propósito con ella es consultar el correo, escuchar algo de música, navegar de vez en cuando y poco más, entonces no lo pensemos dos veces, el iPad 1 nos sobra. Si en cambio somos usuarios a los que nos gusta exprimir al máximo las posibilidades que nos brinda la tecnología, entonces deberíamos replantear la cuestión.
¿Por qué? Porque aún ahora podríamos sacarle algún beneficio a la venta del iPad 1, pero ¿quién lo obtendrá en unos meses cuando todo el mundo esté hablando del iPad 2 y las aplicaciones se actualicen para aprovechar al máximo las nuevas posibilidades? Ah, las aplicaciones, esas son las que marcan la diferencia, las que decantan la balanza de tablets por el de la manzana, esas que tanto nos gusta probar e instalar. Dentro de unos meses, precisamente por ellas, nadie nos dará mucho por el nuestro entonces.
En cambio, la gran ventaja del iPad con respecto al iPhone es que, en la mayoría de los casos que conozco, no está sujeto a un contrato de permanencia con ninguna compañía telefónica. Por tanto, si queremos venderlo ahora por 300 o 350 o euros (350 o 400 dólares) si está en buenas condiciones ¿quién nos lo impide? Es cierto que el iPad actual (el uno) está bastante rebajado en la tienda online de Apple, pero el nuestro, de segunda mano, es un caramelo para aquellos que no conocen la tecnología, que lo quieren sólo para navegar y consultar Facebook, que no saben acudir a una tienda o no se fían, aquellos que aprecian que alguien les explique y se encargue del mantenimiento del aparato (aunque no sea necesario, por cierto).
Seamos honestos con nosotros mismos, el iPad 1 se ralentiza bastante en su ejecución en el momento en que introducimos mucha carga de trabajo: numerosas pestañas abiertas, aplicaciones grandes ejecutándose, procesos en segundo plano, etc. ¿Qué ocurrirá con las siguientes mejoras de iOS? La revisión iOS 4.3 e incluso la futura actualización iOS 5 no van a mejorar eso, al contrario, no haremos con un dispositivo lento que nadie querrá, ni siquiera nosotros mismos.
De modo que desde aquí os digo, en mi humilde opinión (y teniendo cuidado para no convertiros en el personaje del cómic de Oatmeal), ¡deshaceos de ese iPad, vendedlo, y haceros con uno de los nuevos modelos en cuanto podáis, ahora que aún hay tiempo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario