Por favor, si conocéis alguien con un iPhone, iPad o iPod touch recientes que no tenga activada la función de búsqueda, parad un momento y enviarles esta entrada por correo electrónico, Twitter, Facebook o paloma mensajera. Ya os hemos traído varias veces historias de felices reuniones de preocupados usuarios con sus queridos dispositivos iOS gracias al servicio gratuito de Apple. La última nos llega a través de Cult of Mac, que cuenta la aventura de Jacob Dayan, uno de sus lectores de Israel, para recuperar un iPad sustraído de su coche.
Dayan se encontró su Ford Mondeo como podéis ver en la foto, con la ventanilla rota y una bolsa desaparecida. La primera reacción, lógicamente, fue cancelar tarjetas de crédito. Pero, ¿y el iPad que se habían llevado los malhechores? Enseguida recordó la posibilidad de usar Buscar mi iPad, así que le pidió a su hija por teléfono que entrara en la cuenta de Mobile Me familiar para tratar de localizar el gadget sustraído. Efectivamente, el mapa mostraba la posición de la tableta en movimiento. Después de un trayecto de dieciséis kilómetros la persecución virtual terminó delante de un edificio de tres plantas. La señal del iPad robado lo situaba en uno de los apartamentos de la esquina.
Mientras se dirigía hacia la posición de los ladrones el dueño había intentado avisar a la policía, pero su única respuesta era que abandonara la persecución y acudiera a la comisaría más cercana a presentar una denuncia. Vamos, la respuesta estándar ante cualquier problema, sobre todo ante una situación tan poco importante como el robo de un dispositivo electrónico. Pero Dayan no estaba dispuesto a perder su iPad, y menos cuando el tiempo de entrega de un iPad 2 nuevo es de cuatro o cinco semanas. Así que insistió hasta lograr que acudiera una policía y su asistente, momento en que activó remotamente la alarma de la tableta. Desde el exterior podían escuchar perfectamente su sonido, así que empezaron a llamar a las puertas.
Viéndose acorralados los ladrones decidieron deshacerse del botín por el otro lado del edificio. A través del teléfono la hija informó de que el dispositivo estaba fuera del edificio, entre los arbustos. Gracias al pitido en unos momentos el iPad estaba en manos de su dueño y sin un rasguño. La policía se quedó asombrada, no se esperaban pudiera ser cierta la llamada de un loco asegurando que le acababan de robar y que los ladrones estaban en la calle X, número Y, a dieciséis kilómetros de distancia. No es extraño que le pidieran al feliz propietario que les enseñara su funcionamiento, porque la primera vez que lo ves es toda una revelación.
De todas formas no hace falta verse en una situación tan movida para sacarle utilidad al servicio de Mobile Me. Saber dónde están nuestros dispositivos iOS en todo momento nos puede ahorrar más de un agobio ante cualquier despiste. Entiendo que no vaya activado por defecto por motivos de privacidad, pero todo nuevo usuario debería aprender a activarlo sin falta.
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